Sven-Göran Eriksson, el icónico entrenador sueco que marcó una era en el fútbol internacional, falleció a los 76 años tras una larga y valiente batalla contra el cáncer de páncreas. Su familia anunció la noticia en un comunicado: "Después de una larga enfermedad, SGE falleció durante la mañana en su casa, rodeado de familiares".
Eriksson, quien se destacó por ser el primer entrenador extranjero en dirigir a la Selección de Inglaterra, dejó una huella imborrable en el fútbol mundial. Tras su paso por la selección inglesa, donde comandó a la llamada "generación dorada" con jugadores como David Beckham, Steven Gerrard, Wayne Rooney y Frank Lampard, Eriksson asumió la dirección técnica de la Selección Mexicana en 2008. Aunque su tiempo en el Tri fue breve, su legado en el fútbol de México y su influencia en jugadores y entrenadores sigue siendo recordado.
Además de su trabajo con México e Inglaterra, Eriksson dirigió a clubes de renombre en Europa como Benfica, Roma, Fiorentina, Sampdoria, Lazio, y Manchester City, donde demostró su capacidad táctica y liderazgo, obteniendo resultados significativos a lo largo de su carrera.
En enero de 2024, Eriksson compartió públicamente su diagnóstico de cáncer de páncreas, revelando que la enfermedad era terminal y que le quedaba como máximo un año de vida. A pesar de la gravedad de su condición, se mantuvo optimista y reflexivo, dedicando sus últimos meses a compartir su historia y sus pensamientos sobre la vida y la muerte.
En el documental "Sven", que se estrenó en Prime Video, Eriksson habló abiertamente sobre su enfermedad y su preparación para el final. "Tuve una buena vida, sí. Creo que todos tememos el día de nuestra muerte. Pero la vida también se trata de la muerte", comentó el entrenador en una de sus últimas apariciones públicas.
Sven-Goran Eriksson, ex técnico de Selección Mexicana, revela que le queda poco tiempo de vida
Eriksson afrontó su enfermedad con una mezcla de realismo y esperanza, tratando de disfrutar cada momento que le quedaba. "No tengo dolor, pero sé que está ahí. Un día me llevará, pero mientras tanto vivo", dijo en su momento mostrando su característico espíritu positivo.
La noticia de su muerte ha conmocionado al mundo del fútbol, donde es recordado no solo por sus logros en el campo, sino también por su carácter y humanidad. "Espero que me recuerden como un tipo positivo que intentó hacer todo lo posible", dijo en su despedida, dejando un mensaje de gratitud y amor por la vida.
Sven-Goran Eriksson será recordado como un gigante del fútbol, un hombre que dedicó su vida a su pasión y que, incluso en los momentos más oscuros, mostró una notable fortaleza y dignidad. Su legado vivirá en los corazones de quienes lo conocieron y en la historia del deporte que tanto amó.
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